Ella se incorporó lánguida y misteriosa mientras él seguía hilando las palabras de aquella insulsa conversación. Se acercó tigresa hasta sus labios mordiéndolos suavemente en una caricia de pecado hasta que sus lenguas se unieron y las manos de él atraparon el pezón erecto bajo su nívea camisa….al abrir los ojos sintió erecta virilidad del deseo. Pero ella no se había movido de su sitio y él entonces, cayó en la cuenta de que aquel instante solo fue un fugaz pensamiento de posesión, pues en verdad no sabía muy bien como acercarse a ella.
Iraunsugue Eternia
Iraunsugue Eternia
Fotografía-Escultura, exposición Ceutí (Murcia) Abril 2008
3 Atravesaron la realidad:
Quizas le tenia miedo a ser rechazado, la sensulalidad le llevaba a paisajes inimaginables, dentro de su timidez.
¿Deseo o necesidad? Acaso, ¿necesidad de deseos? o ¿deseos de neceidad? En esa pregunta se puede perder un final.
Besos, naturalmente, de deseo.
MERL: Jajaja puede ser puede ser, de todas formas solo fue un cuentecillo corto de esos que propusiste en el foro y que me apetecía colgarlo aquí. Pero es cierto que la timidez puede llevarnos a dar un paso que deseamos, por miedo al rechazo.
Besos
HATHUS: ¿Y que es el deseo sino la necesidad? Deseamos lo que en verdad necesitamos, y necesitamos aquello que deseamos.
Besos deseables.
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