22 nov 2008

La Carta (VI): De como nació...

Dos toques, a sus espaldas, no se volvió, permaneció sentada en la silla añil, observando la pantalla, sumida en las palabras, con el dedo sobre el teclado, sin poder tan si quiera respirar, de su rostro, descendían lágrimas…serenas, tranquilas, solo lágrimas.

-¿Estás escribiendo? –peguntó una voz maternal.

-Lo intento, pero no puedo.

-¿No viene hoy la musa? –acarició su pelo, mientras la rodeaba con los brazos y besaba cariñosa su frente.

-No, es que…me he perdido.

-¿En la vida? –aún sin volverse, escuchó el crujir del colchón sabiéndola sentada sobre la cama.

-No mamá, en ese tema ya nací perdida.

Intentó enjuagar las lágrimas que moldeaban su pálido rostro, pero traviesas murieron melancólicas sobre sus gruesos labios.

-A veces pienso que tanto te soñé, que ahora eres parte de ese sueño.

-Es una bonita descripción del por qué siempre ando en las nubes –se hico el silencio, de fondo, el solo de las teclas –voy a leerte algo…

Respiración entrecortada de voz infantil que alza cuentos al alba, mientras sus ojos repasan rápidos la pantalla dando imágenes a las letras, idealizando párrafos, suspirando en los puntos, siendo aire en las comas.

Y al terminar, la cascada de gotas que brillan orgullosas en ojos ajenos.

-Es precioso, me has emocionado, has conseguido atraparme desde el primer instante, es un texto diferente –hizo una pausa la madre- melancólico como todos tus relatos, pero no se, este personaje tiene algo que no es como los otros.

-Lo se, lo se –secó las lágrimas con el dorso de la mano –tiene cuerpo mamá, algo de lo que yo nunca podría dotar a mis personajes…el relato no es mío.

-¡Imposible!

Se incorporó pesada sobre los huesos cascados, acercándose a la pantalla, mirando en sepia, intentando reconocer las letras.

-¿Y de quién es? Hubiese jurado que era tuyo.

-De un hombre –los suspiros sedientos –al que supongo que admiro.

Y el silencio se hizo en la alcoba.

-Mis personajes siempre son etéreos…

-Cómo tú –la escuchó decir -¿solo le admiras? entonces, ¿Por qué te brillan los ojos?

-Por qué me enamora su alma.

Cerró de golpe la pantalla del ordenador, enfadada con el sentir del no querer, y el musgo de sus ojos quedó prendido en la rebeldía de un mar que jugaba a lo lejos.

-¿Y él lo sabe?, ¿se lo has dicho?

-No, en verdad no sabría que decirle… “me gusta como escribes” ¡que típico!, “adoro tus relatos” uffff –se dejó caer sobre el colchón –es que no es eso, es un sentimiento extraño, es como si…

-Es como si Esperanza se hubiese enamorado –a su lado, la estrechó entre sus brazos.

-Dime mamá..¿pueden enamorarse las musas?¿y las letras de otras letras?¿y las almas?

Pero su madre no contestó, tan solo quedó clavada en las lágrimas que recorrían una sonrisa pícara, infantil.

-Si no puedes decírselo directamente, entonces, díselo a tu modo –ya en el cerco de la puerta, clavó sus ojos oscuros sobre el verdor de los de ella –si deben llegarle sabrá que son para él, sino, al menos, te has desahogado.

-¿Y si me descubre?

-Entonces hija, simplemente, vive.


Y así es como nacieron Las Cartas…

Iraunsugue Eternia

Fotografía de google.

7 Atravesaron la realidad:

MATISEL dijo...

Conmovedora conversación de una hija con su madre, lo siento especialmente próximo...

Yo si creo que podemos enamorarnos de las almas, esencias o una parte de ellas, especialmente por su arte o sus palabras, del contenido que sale al exterior más que del continente, de esa esencia tan especial que anida muy adentro y que quizás sólo sea una mínima parte de alguien, aunque esa persona globalmente no nos guste, pero que transpira a través de su expresión profunda o artística...y nos deja ver su fondo más profundo.

Vaya, que me he puesto mística,jejeje

Besos

AdR dijo...

Yo pienso que tus personajes tienen su cuerpo, lo conseguiste en otros relatos, y lo has conseguido en tus cartas.

Las almas, por todo lo que significan, no deberían pesar 21 gramos, pero es así, pesan tan poco, tan imperceptible, que duelen cuando se van... o se truncan por algo. Es difícil otorgar de alma humana a un personaje o a una historia completa. Si lo hacen nos enamoramos de ella.

Es un inicio maravilloso :)

Muchos besos.

JuanMa dijo...

Las almas pueden, sin duda.

Las musas, sospecho que también (aunque luego a veces se hagan las interesantes).

Si fue ella quien te animó a empezar esto, da las gracias a tu madre de mi parte.

Besos simples y rugidos vivos.

Iraunsugue_Eternia (Laura Butragueño) dijo...

CAMINANTE: Sii efectivamente, lo has explicado mejor de lo que yo hubiese podido hacerlo. Es la esecnia de la persona la que llega, el físico no es más que una merca cáscara, y es que podemos amar sin ver, incluso viendo sin necesidad de algo físico, solo amar el alma, compartir, fluir.

Besazos.

ADR: Supongo que mi madre siempre se basa un poco en mi novela, donde la descripción del físico es mínima, en cambio según ella “vives los personajes a través de sus emociones”….para mí ser cuerpo es difícil, ser alma de 21 gramos, toda una experiencia.

Si, fue un bonito comienzo.

Besos y abrazos.

JUANMA: ¿Y que son las musas sino almas? Yo creo que también pueden Juanma, sin lugar a dudas, unas se enamoran de otras.

Besos variados y llamaradas enamoradizas.

haThus dijo...

Este escrito debió ser creado, viendo las fechas del anterior y el posterior, en noviembre del 2008. Me cuesta comprender como aguantaste tanto en mi vida y no decidiste marcharte antes.

Besos de vislumbrando tu despedida

Iraunsugue_Eternia (Laura Butragueño) dijo...

HATHUS: Mira este post como una salida rápida, alguien debía poner fin a esta historia. Aguantar en la vida de alguien? Quedarme porque aún tenía esperanza.

Un beso de nunca todo fue tan malo.

haThus dijo...

Después de todo tu eres esperanza. Tienes razón, no se de que me sorprendo.