12 nov 2008

Juegos

De lejos, distinguió su abrigada figura acercarse en pasos ágiles hacía su presencia, mientras la ciudad oscurecía bajo la amenazante nube de polvo y lluvia, que acechaba sus cabezas. Aspiró con fuerza el aire corrompido de la ciudad, mientras disimulaba la alegría e intentaba caer en la melancólica figura de quien espera durante largo rato a su acompañante, mientras, se distraía jugueteando con los pliegues de su falda azul de colegiala hasta subirla a más allá del medio muslo, dejando ver a quien se acercaba el bordado del liguero.

Marcos se limitó a observarla con una media sonrisa titubeante, mientras Alma caía en un salto ágil e infantil al suelo, balanceando sus caderas hasta quedar a un milímetro de su piel.

-Llegas tarde..cómo de costumbre –le dijo sin previo aviso y un tanto malhumorada.

Y él, no supo bien que responder, laberínticos pensamientos al sentir el olor de su piel cercana, sonrisa de niña huérfana que aguardaba su cabello castaño dejando reposar dos sonoros besos contra su mejilla. Así que se limitó a seguir el juego de esta pícara señorita que parecía guardar distancias entre sus cuerpos. Mientras el deseo de sueños recurrentes se agolpaban en su mente, haciéndose dueños de la virilidad que escondía tras los botones del pantalón.

Comenzó un monólogo rápido, como tenía por costumbre cuando ella, callada, se dejaba llevar por las calles de la ciudad. Alma escuchaba sonriente y cándida a su interlocutor cuidándose muy mucho de no rozarle, ni sentirle, delimitando el espacio donde el aire corriese libre para que él supiese, que lo prohibido comenzaba donde la pasión reconcomía los pensamientos impuros de Marcos.

Y a él las horas se le hicieron eternas, mientras intentaba consagrar en lo puro los vocablos para que nada ella notase, y por dentro, el fuego recorría abrasando la lujuria que se esconde tras los ojos tiernos de caballero sin espada. Por que todas las piezas del puzzle parecían vagas y sin sentido ante aquella extraña respuesta de Alma, como si de dos desconocidos se tratase o de dos amigos que se encuentran sin más, con dos besos que los unen y un abrazo que ella había evitado al verle.

No entendía nada, más se dejó llevar por la conversación pensando que ella había decidido dormir las palabras que intercambiaron durante su ausencia, y ahora, cuando no había más que una mesa entre ellos y dos cafés humeantes, fuese la excusa perfecta para alejarlo dejándole claro sin explicación concisa que aquello habría y nada más.

Confundido, seguía el hilo de sus palabras, resbalando la mirada cada vez que ella se mordía los labios o se acercaba a la mesa dejándole ver su escote. Y hasta juró escucharla gemir por un segundo, mientras los pliegues de la falda rozaban sus rodillas y de vez en cuando Alma renunciaba dejando caer sus dedos largos de pianista hasta rozarle el mentón.

Abstraído en conversaciones pasadas, que le impedían hacerse dueño de la realidad aparente intentó borrar de un trago largo los pensamientos, y al reposar la taza sobre la mesa sintió su presencia cercana, tan cerca, que el latido de los corazones llegaba a confundirse.

-¿Estas extrañado? –preguntó sin más

-No, no, entiendo que la nueva situación…-comenzó a decirla acompañando su explicación de esa media sonrisa, que un día la hizo perder el sentido de las horas en una ciudad como punto medio.

Cerró sus labios con el dedo índice hasta dejarle sin palabras.

-Se te olvidó una cosa Marcos –pizpireta, buscó sus manos bajo la mesa hasta enredar los dedos.

-¿Qué?

Apostados labios contra su cuello, se estremeció bajo el vahó de la respuesta que acariciaba la piel.

-Que adoro cambiar el guión el día antes del rodaje…

Suspiró, cuando el ardor corría por cada poro de su piel al sentir el frío acero cerrarse en sus manos, atrapando sus muñecas y dejándole esposado en aquella cafetería del centro.
Cerró los ojos un segundo para sentir los labios morderle profundo en un beso, mientras los dedos recorría ágiles en ascenso, hasta desabrocharle los botones y hacerse dueña del deseo.

-Vámonos…que vas a ser mío –le hizo saber.

Iraunsugue Eternia

9 Atravesaron la realidad:

MATISEL dijo...

Un relato sugerentemente erótico, cargado de deseo y sensualidad. Me encanta esa apasionada e imprevisible protagonista...y valiente¡¡¡¡

Besos

ALMAGRISS dijo...

Hey, qué bueno, como consigues que el lector se sumerja en la historia... si por un momento me he sentido Alma tonteando con Marcos...
:) Genial.
Y me encanta que ella sea la que hile toda la historia, por supuesto.
Besazo

Rara Avis dijo...

Muy bueno porque consigues transportar a mi mente las imágenes que sugiere el texto...

besitos grandotes...

JuanMa dijo...

Me he puesto un poco nostálgico... (Será que hace demasiado que no tengo un día juguetón).
Besos juguetones y llamaradas de deseo.

JoseVi dijo...

Lo he flipado :O Me encanta el relato, mezcla de niña y mujer, esa epoca la hemos pasado todos y algun degenerado se pone caliente con chavalitas de estas XD.

Me ha recordado a cuando era adolescente y veiamos las de los colegios privados como princesitas XD. Me ha recordado incluso a una tal Vanesa pero yo tenia unos 15 años no hubo sexo XD. Pero si el tonteo la mezcla de niño- camino de hombre y chica-mujer. Me ha encantado, epoca dificil que pasamos todos XD.

Un fuerte abrazo, besos

ASIG dijo...

Pues me ha encantado el relato, me ha hecho recordar
Hay juegos que es un placer jugarlos... Mantienen la expectativa, el deseo y la llama encendida...
¿Sabremos que pasó a continuación? ;-)

Iraunsugue_Eternia (Laura Butragueño) dijo...

CAMINANTE: Y loca, muy loca, sin miedos a lo que pueda venir o pensar él, sin perjuicios que es lo importante.

Besos.

ALMAGRISS: Es que en parte todas somos “Alma” en algún momento dado y tú más mira que lo dice tu nick ;) ….pobre Marcos lo teníamos asustado y cohibido.

Besazos.

AYSHANE: Me alegro que te trasladases dentro de la historia ;)

Besicos.

JUANMA: Ains, siento que te pusiese nostálgico, muchas veces cuando yo necesito uno de esos días y no lo puedo tener por la razón que sea lo escribo, como este relato, se que no es lo mismo pero ayuda.

Besos sin reglas y rugiditos juguetones.

JOSEVI: ¡Oh! Jajaja es verdad no había caído, esos tiempos en los que éramos niñas malas que provocábamos con sonrisas pícaras e infantiles a los chicos del otro curso. Creo que es una etapa preciosa y un tanto extraña esa de la adolescencia, la mía desde luego inolvidable, aprendí mucho, y sufrí demasiado.

Besos.

SOFIA: Es que se necesita jugar, y el coqueteo creo que es el mejor de los juegos, sin reglas, sin saber que va a pasar, solo dejándose llevar.
Quizás escriba una segunda parte más adelante, aún tengo otra historia a medias.

Besitos.

haThus dijo...

Esta historia, me evoca dos situaciones vividas, una en la estación de Sagunto y otra con te y sin café en la tetería de crevillente. Ciertamente hubo que salir corriendo de allí....

Besos de buena mezcla.

Iraunsugue_Eternia (Laura Butragueño) dijo...

HATHUS: jajajaja puede ser, seguramente te diría que sí, muchas veces como ya te comenté hago memoria y utilizo los recuerdos y emociones sentidas en diferentes situaciones y sitios que dan vida a la historia.

Besos escritos.