18 nov 2008

Alas de Tinta y Sangre


Posó la yema de sus dedos contra mi espalda, recorriendo las alas de tinta que habían quedado a sangre grabadas, despacio, con una carisma extraña, y un calor que me invadía hasta hacerme estremecer en la caricia cándida, de niña.

Fue curioso, porque no me volví enfurecida, ni tan siquiera deprisa, no me extraño la caricia de aquella desconocida que había quedado extasiada recorriendo cada punto cardinal del tatuaje. Tan solo miré sorprendida, dejándome inundar por la tristeza de unos ojos pálidos, sin vida.

-¿Tiene significado? –preguntó alabándome con una sonrisa.

-Sí, claro…

-¡Ah! Ya decía yo, que no podía ser el típico tatuaje que se ve en las tiendas –posó la palabra contra tus labios, antes de proseguir –me gusta, tiene mágica…

-Gracias –me limité a responder intentando ahogar las lágrimas.

-No se por que, pero no puedo dejar de mirarlo, ¿Qué significa?

Y en aquel momento, todos los recuerdos pasados se agolparon en mi mente, sin dejarme hablar, siendo el silencio de mi desdicha.

-Digamos que es un jeroglífico de mi alma, de mí ser de mujer, de mis ansias de vida…un mapa para no perderme.

Dubitativa la observé tragar mis párrafos y hundirse en su propia voz, queriendo preguntar más sin atreverse a descifrar mi juego musical de sílabas.

-¿Por qué en la espalda?

-Por qué como en la vida, una muchas veces se olvida de quien es, del tatuaje que lleva, y es bueno recordar que aunque no lo veamos, no nos veamos a nosotros mismos, seguimos ahí, como el tatuaje.

-Es mágico, como tus palabras…

No volvimos a cruzar miradas, no me volví más, a pesar de sentir su dedo enredándose por un segundo en aquel mechón rebelde que escapaba de mi cabello recogido.

Minutos más tarde, me dejé llevar por el bamboleo del autocar con destino a casa, meciéndome en los recuerdos de sangre grabada, de noches en vela esculpiendo sobre un papel aquel dibujo que yo, llevaría de por vida. Pensé que me hubiese gustado decirla que todo en mi vida tenía un significado, que nada carecía de importancia, y que hasta el más mínimo detalle que yo pudiese poseer tenía una historia, conllevaba unos recuerdos.

El añil de las paredes que me envuelven, las caracolas de mar que sujetan el cordel de las cortinas, el duende de barro que reposa sobre mi mesilla, las cajas escondidas, las cartas escritas, los pendientes que porto, los anillos que llevo, la ropa…y hasta el calendario de años viejos.

Caí en la cuenta, de que me pasé todos los años de mi corta existencia enjaulando recuerdos, y que en verdad, mi vida, no era más que un museo de piezas perdidas por todas aquellas personas que habían caminado a mi lado…aunque fuese tan solo una noche, un día, un mes. Daba igual, yo guardaba todo aquello que me ayudase a recordar, como si un miedo antiguo a olvidar se hubiese arraigado en mi alma. Y me hubiese convertido en una urraca que colecciona momentos…pases de conciertos, colillas tiradas, posavasos extraños, paquetes de tabaco olvidados.

Todos y cada uno de los instrumentos que yo llamaba “objetos decorativos” no eran más que la historia de todos estos años, arraigos estúpidos, porque en verdad eso es lo que eran, un sin fin de objetos muertos que solo servían para anhelar el pasado, impidiéndome vivir en mi presente, anclada siempre en los sueños futuros.

Fue entonces, cuando si la vergüenza y timidez que me caracterizan no se hubiesen echo dueñas del instante, me hubiese gustado volverme y decirla:

-Sabes, la última vez que Aquel y yo cruzamos la mirada, antes de que el ascensor se lo llevase con sus pinceles y maletas, me devolvió una mirada extraña, penetrante, y créeme que esto me impresionó, porque el siempre miraba profundo, en el pozo de su interior. Pero aquella mañana traspasó mis huesos, y ancló en mi alma aquella frase.

“Arual, siempre me llevarás tatuado en tu cuello”

Y era cierto, tan cierto como que fue Aquel quién pintó mis alas…

…seis meses más tarde, cuando al dolor lo amortiguó el tiempo, y aquella historia quedó en su caja de recuerdos. Repasé a tientas el tatuaje de mi cuerpo, sintiendo crecer mis alas, soplando el viento contra las yagas, pensando…que después de todo ya poco quedaba, y que aunque cada vez que alguien alabase la caligrafía del tatuaje, la ilustración perfecta sobre mi cuello, aquel, ellos, de los que nunca me despediría, volverían a mi memoria…

… pero que por encima de todo, los mas bellos recuerdos, los tatuajes perfectos, se llevan guardan en el cuerpo, quedando tatuados en el alma, elevándose con mis alas…

Y ya no dolía, y aquel día…pude perdonarnos, a ambos, incluso a mí.

Iraunsugue Eternia

Fotografía-Las alas de Eternia, Sept. 2007

9 Atravesaron la realidad:

Hyku dijo...

Muchos llevamos las marcas de la vida grabadas sobre la piel, para que no olvidemos aquello que ocurrió.

Besos recién pintados

MATISEL dijo...

Hermoso relato, como todos los tuyos y hermoso tatuaje, y extraño...aunque las marcas más grandes las llevamos grabadas en el interior y como no se ven, a veces que crees que ya no están pero basta un mínimo detalle para evocarlas. No hay peor tatuaje que la memoria.

Besos y que sigas volando por la vida y la escritura con esas alas tan bellas.

JoseVi dijo...

Yo solo llevo marcas de cicatrices. De alguna vaya que salte de jovencito XD, de caidas de rodillas con la bici. De un cuter, incluso de un golpe contra la mesa de noche de un hostal de madrid con mi ex XD. Todo eso es cierto.

He pensado mucho sobre el tatuaje y la verdad no me decido por cual. De adolescente queria el simbolo celta pues fue la primera cultura que me llamo la atencion, llegue a pensar que un lobo o un dragon japones. He pensado incluso que un fenix porque me levanto de todo.

Espero que llegue un dia y diga eso es lo que necesito XD.

Me gusta el tatuaje, por cierto la espiral es la de euscadi ¿no? ES un simbolo bonito. Me gusta que tenga ornamentacion alrededor y lo de las alas... es como algo que nunca se atara, yo lo veo asi.

Muy bonito, me gusta.

Un fuerte abrazo

calambre dijo...

Ma gustan tus alas.
Mira, que cierto, que para volar hay que soltar lastre.La verdad y el perdon nos hace libres.

uummmm... Pues mira que yo tambien tengo mi tatu. O tu que te crees e??

ALMAGRISS dijo...

Estúpidos objetos... como tú misma reconoces la memoria es lo que queda... podría vivir en una casa totalmente vacía de recuerdos materiales, siempre llevaría un sinfin de ellos en mi interior... aunque a veces agradezco que mi memoria falle y sea selectiva y sólo recuerde lo bueno...
Besos

AdR dijo...

Yo llevo tatuajes invisibles, también son mapas, a veces me olvido de ellos y no sigo el camino que me trazan, sino que voy a mi libre albedrío... Luego pasa lo que pasa.

Si lo tienes en tu espalda necesitarás a alguien que te lea tu mapa.

Besos :)

Iraunsugue_Eternia (Laura Butragueño) dijo...

HYKU: Recordatorios dolorosos en muchos casos, lo bueno es que algunas marcas traen bonitos recuerdos.

Besos tatuados.

CAMINANTE: Desde luego te doy la razón amiga mía en esa frase tan exacta… “no hay peor tatuaje que la memoria”

Sobre el tatuaje, es cierto que puede resultar extraño, pero guarda mucho significado, de lo explicaré a Josevi en su comentario por si lo quieres leer.

Un abrazo.

JOSEVI: ¡Ey esas también son grandes marcas! En verdad la piel es como un mapa de recuerdos, yo también guardo cicatrices que conllevan una historia, pero esas aunque dolieron en su momento ahora son momentos para recordarlas con una sonrisa, la mayoría fueron caídas tontas cuando era niña.

Josevi un tatuaje para mí debe ser algo muy meditado, yo me pasé años sin decidirme y al final de la primera idea salió esto, a mi ex le costó noches en vela conseguir dar con el tatuaje perfecto. En un principio iba a ser un hada, luego una vampiresa y al final esto.

Te explico, es un conjunto de ornamentaciones celtas (cultura con la que me siento ligada), si te fijas las dos alas por separados son dos hadas un tanto abstractas que juntas forman las alas (la magia femenina de la naturaleza, mi esencia). Lo que tú llamas “espiral de euskadi” en verdad es un lauburu efectivamente de Euskal Herria, símbolo solar, un amuleto, una rueda de la vida y del destino. Los símbolos de arriba son runas vikingas, cada una simboliza una cosa: fuerza, feminidad, creatividad, magia, etc…

En definitiva es un mapa de mi propio carácter, para no olvidar quien soy.

Un abrazo.

CALAMBRE: Desde luego con piedras a la espalda no hay quién de un salto, ¿también tiene el tío Calambres un tatu? Mire usted que bien! Haciendo la competencia ;) a ver si nos lo enseñas. Yo llevo otro, pequeño en la cadera, pero el significado de ese lo dejo para otro día, que me parezco a la yaya Eternia contando historietas del pasado.

Besus.

ALMAGRISS: Es cierto que los recuerdos los guardamos en el interior pero vaya a usted a saber porque me dio por guardar todo esto, además lo hago desde niña, no todo, pero si lo más importante. ¿Una casa vacía de objetos? Eso estaría bien, seguro que me acechaban aún más los recuerdos, como no tengo remedio.

Besazos tocaya.

ADR: Sí bueno, yo aún llevándolo tatuado también me olvido de mirar el mapa, o me pienso que lo estoy haciendo cuando en verdad siempre le he dado la espalda. ¿Alguien que lea mi mapa? Ufff eso sería difícil…debería conocer cada recoveco de mi alma, y no se si dejo que alguien entre tan profundo, hay una puerta que está cerrada hace años.

Besos ;)

haThus dijo...

Pasará el tiempo y pasarán las personas, pero tu siempre te tendrás a tí. Pasarán los recuerdos, sí, también pasarán, y verás que serán tantos que solo querrás recordar los que fueron importantes de verdad. Pasará todo, y yo sé, que entre ello no estaré. Por eso escribo ahora, tarde si es preciso, para sellar este momento que, tarde o temprano, también pasará.


Besos de nostalgia.

Iraunsugue_Eternia (Laura Butragueño) dijo...

HATHUS: No todo se borra tan rápidamente, te lo aseguro, las personas y sus recuerdos queda siempre y más cuando han sido de años. No pasa, para mí no.

Besos en presente.