11 ago 2008

El día que ella se fue

Más tarde, cuando la vida se volvió desgana, y los abrazos comenzaron a doler bajo la pena, Laya, traspasó el umbral de esa puerta sin billete de vuelta. Vosko quedó anclado observando la danza de sus caderas, pasos lejanos hacía ninguna parte. Y él quedó allí, posado contra la cristalera que los separaba, aferrado a la leonina melena de rizos rubios que marchaba en pos de nada.

Y mientras sostenía los últimos pedazos de su corazón, regañó a las lágrimas que comenzaban a aflorar bajo sus pardos ojos de miel, porque él en ningún momento dejaría que ella lo viese llorar. Así que se mantuvo firme, en esa posición tranquila que lo caracterizaba, hasta que ella se volvió por última vez a observarlo.

La vio rozarse el corazón bajo el pecho, apretar el puño y lanzarlo lejos, hasta que Vosko lo sintiese latir dentro, ella desde aquel momento se volvió de hielo. Y él, tan solo pudo caer victima de eso que ella llamaba pasión descontrolada, arranque de sentimientos e infortunios. Se lanzó contra la cristalera golpeándola con la locura del amor, hasta dañarse los puños mientras la gritaba desde el otro lado.

-¡Nunca dejaré de amarte!

Cuentan, que ella siguió con paso firme, y envuelta en tristeza hasta desaparecer tras aquel iluminado pasillo. Él, en aquel instante, cayó al suelo preso del desconsuelo, llorando sangre y odiándose por dentro. Los presentes, tan solo le oían repetir aquel monólogo interno.

-La he perdido, la he perdido para siempre.

Tras aquella tarde, Vosko olvidó su sonrisa en alguna parte de aquella estación de sueños, se hizo de tristeza en vida, y de muerte en recuerdos. Laya, por su parte, se vistió para siempre de melancolía….

Iraunsugue Eternia
Fotografía-Casas de Muertos, Cementerio de Mataró (Barcelona Julio 2008)

12 Atravesaron la realidad:

Marcos dijo...

Triste historia de amor pero muy buena. Da igual que sea triste, lo importante es sentir la historia, cosa que tu haces que se consiga,
un saludo.

JuanMa dijo...

Me has dejado recordando adioses y llorando soledades...

Besos melancólicos y rugidos solitarios.

AdR dijo...

Aunque no lo parezca es un texto que reconforta, aunque sea triste, pero es una historia universal. Las fotos de cementerios siempre me gustan.

Besos

Iraunsugue_Eternia (Laura Butragueño) dijo...

MARCOS: A veces las historias de amor más bonitas se tornan en tristes relatos, me alegra saber que la sentiste.

Saludos.

JUANMA: ¡Oh! La verdad que estas cosas traen recuerdos nostálgicos que pinchan en el corazón.

Besos antimelancólicos y llamaradas quitapenas.

ADR: ¿Una historia universal? ¡Sí, es cierto! Supongo que cada personaje de cada historia siempre piensa que es única, cuando en verdad hay tantas parecidas.

Besos.

calambre dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
calambre dijo...

Desde almagriss y con tu permiso.
es cierto, duele.Incluso para el que se marcha duele.Por que si, hay lagrimas de sangre que manan hacia dentro y golpes que solo el corazon siente. Es la historia mas vieja del libro, pero es que el libro es asi.

Flautista de Neón dijo...

Es acaso la muerte de una amor?
O una despedida injusta?

Yo veo tristeza, melancolía, y frialdad.

Me ha encantado la forma de relatarlo.

Un abrazo, hada.

ALMAGRISS dijo...

Seré breve: Me ha encantado, como siempre me faltan las palabras, prefiero sentir.
Un beso

haThus dijo...

Nunca un adiós es para siempre, a menudo solo una transformación, como un gusano deviene en mariposa, así evolucionan los sentimientos en la vida: ayer fuimos amigos, hoy somos pareja y mañana, ¿quién sabe? ¿Vale la pena preguntárselo? Las tragedias no pasan en la realidad, se hacen tragedia en nuestro interior.

Besos progresivos e inevolutivos.

Iraunsugue_Eternia (Laura Butragueño) dijo...

CALAMBRE: ¡Adelante! Me ha gustado esa descripción del dolor interno que has plasmado, totalmente cierta e identificable. Es verdad que es la historia más vieja del libro, pero lo bueno, lo bonito, es que hay otra más vieja aún…los encuentros, y algunos son sin despedida.
Quizás valga la pena decir adiós mil veces, para al final un día olvidar como debe una despedirse al lado de alguien que siempre se queda.

Saludos.

FLAUTISTA: Juegas con ventaja amigo, pues conoces la Cueva de Iraunsugue y sabes la existencia de esta historia relatada mil veces por ese dragón. Despedida injusta, sin lugar a dudas así se vivió en su momento…años más tarde, tan solo un recuerdo que plasmar con caligrafía inexacta.

Un abrazo duende.

ALMAGRISS: Siente entonces y no dejes nunca de hacerlo, muchos besos.

HATHUS: Quizás mis experiencias me llevan a decirte que hay despedidas que son eso y nada más. Ayer fuimos amigos, al otro pareja, y en un futuro nada. Créeme hay historias así, porque hay caminos que un día se unen y un día se bifurcan para siempre, algunas veces la mortaja es la despedida final. Poca gente dura en la vida de otros todo el camino, y eso hay que aceptarlo. Al igual que hay tragedias que las marca el destino, y que aunque no se quieran vivir, se viven….

Besos de no despedidas y de un amor que espero camine mucho tiempo.

MATISEL dijo...

Este relato me recuerda algo próximo, antes de que lo escribieras ya lo sentía...

Besos

Iraunsugue_Eternia (Laura Butragueño) dijo...

CAMINANTE DE NOCHE: Entonces espero que esa despedida no llegue, al menos si hay que despedirse que no sea de esta forma.

Besos.